Artrosis de rodilla

La gonartrosis es la osteoartritis de la rodilla, una enfermedad crónica no inflamatoria que se manifiesta en la destrucción progresiva del cartílago intraarticular y se acompaña de formación anormal de los huesos que componen la articulación, cambios en la membrana sinovial y líquido sinovial.

La osteoartritis de rodilla es el tipo más común de osteoartritis. Muchas personas experimentan dolor de rodilla, especialmente después de haber estado inactivas durante mucho tiempo, como después de un día en la oficina. Es muy probable que la artrosis de rodilla sea la causa de este malestar.

Esta enfermedad degenerativa a menudo se desarrolla con la edad, ya que la tensión en la rodilla, que no se puede evitar en diversas situaciones de la vida, conduce inevitablemente al deterioro del cartílago a lo largo de los años. Al principio, al comienzo del movimiento, la persona siente dolor después de estar mucho tiempo acostada o sentada, pero desaparece rápidamente. Sin embargo, a medida que avanza la enfermedad, el dolor de rodilla aumenta y limita gravemente la capacidad de una persona para moverse con normalidad en las actividades diarias.

En más de la mitad de los casos en los que se produce la osteoartritis, ambas rodillas se ven afectadas al mismo tiempo. En la categoría de pacientes de 65 a 75 años, la gonartrosis se encuentra en el 35% de las mujeres y el 21% de los hombres.

Causas de la osteoartritis de rodilla.

El cartílago articular sano de la rodilla actúa como amortiguador y función protectora y actúa como amortiguador en caso de movimiento e impacto. Su presencia asegura que los huesos del muslo y la parte inferior de la pierna no se froten directamente entre sí.

Es normal que el cartílago se deteriore debido al desgaste debido al proceso de envejecimiento natural. Sin embargo, en determinadas circunstancias, este desgaste del cartílago puede volverse excesivo. Por ejemplo, un mayor desgaste del cartílago puede ser causado por una tensión excesiva en las rodillas causada por el trabajo físico duro, el ejercicio o el sobrepeso. La ejecución incorrecta de ejercicios deportivos también puede tener un efecto sobre cargas mecánicas insuficientes (no proporcionadas por el dispositivo articular). Otra causa es la posición incorrecta de las piernas (por ejemplo, debido a una patología anatómica) cuando las rodillas chocan entre sí al caminar. La osteoartritis de la rodilla también puede desarrollarse a partir de lesiones articulares o fracturas de huesos.

El primer síntoma de la osteoartritis de rodilla es el dolor de rodilla.

Síntomas de la osteoartritis de rodilla.

El curso de la osteoartritis en la etapa inicial puede ser absolutamente indoloro. Por lo tanto, la enfermedad suele pasar desapercibida durante un tiempo relativamente largo.

En la mayoría de los casos, el dolor de rodilla es el primer síntoma de la osteoartritis de rodilla, inicialmente después de un largo período de inactividad o descanso.

El creciente desgaste del cartílago restringe cada vez más la movilidad de la articulación de la rodilla, lo que finalmente conduce a su rigidez. En este punto, la rodilla no se puede doblar demasiado y luego la pierna no se puede extender completamente a la altura de la rodilla.

Si el cartílago está tan dañado que los huesos se rozan entre sí, la articulación puede inflamarse. En este caso, la articulación se hincha, la piel que la rodea se enrojece y se siente tibia o caliente.

En la osteoartritis grave de la rodilla, la articulación de la rodilla finalmente se vuelve inestable. Al tratar de apoyarse en una pierna, la rodilla puede "torcerse" repentinamente, lo que puede causar un dolor agudo y severo. Después de que muchas personas han experimentado esto, intentan "salvar" la rodilla evitando el movimiento, pero esto es contraproducente ya que la falta de movimiento reduce el flujo sanguíneo al cartílago, lo que a su vez aumenta el daño del cartílago.

En casos avanzados, la capacidad de moverse en la articulación se pierde por completo.

Dolor de rodilla

Los primeros movimientos después de sentarse o acostarse durante mucho tiempo se sienten rígidos y dolorosos. El dolor solo desaparece después de unos minutos o después de algunos pasos. Luego, la libertad de movimiento en la rodilla se restablece por completo. En algunos casos, se puede escuchar un crujido o un clic al mover la articulación de la rodilla.

A medida que avanza la enfermedad, las rodillas se vuelven cada vez más dolorosas. El dolor se vuelve más severo, especialmente cuando las rodillas están expuestas al estrés al hacer ejercicio o subir escaleras. En las últimas etapas de la enfermedad, incluso los movimientos menores pueden causar dolor, que puede persistir incluso cuando las rodillas están en reposo.

Métodos de diagnóstico de la osteoartritis de rodilla.

Si tiene dolor de rodilla persistente o recurrente, debe consultar a un cirujano o cirujano ortopédico. En la primera consulta, su médico le pedirá que describa sus síntomas y anote cuándo comenzaron y cómo aparecieron. Es posible que haya tenido lesiones en la rodilla. Asegúrese de informar esto a su médico. Luego, el médico realizará un examen físico de la articulación de la rodilla, utilizando varias pruebas para evaluar el rango de movimiento y la funcionalidad de la articulación.

Diagnóstico instrumental

El diagnóstico final suele basarse en radiografías. Sin embargo, si el cartílago no se ha desgastado notablemente en las radiografías, es difícil notarlo. Por lo tanto, la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM) generalmente se realiza en tales situaciones.

Métodos de tratamiento de la osteoartritis de rodilla.

El daño del cartílago es irreversible. Esto significa que, lamentablemente, la osteoartritis de rodilla no se puede curar. Por lo tanto, el tratamiento está dirigido principalmente a aliviar el dolor y ralentizar la progresión de la enfermedad.

Un paciente con osteoartritis de las articulaciones de la rodilla.

Tratamiento conservador

El tratamiento conservador puede incluir medicamentos, fisioterapia, un programa de pérdida de peso, cambios de hábitos para reducir la tensión de la rodilla y el uso de dispositivos ortopédicos. Los medicamentos antiinflamatorios y analgésicos se utilizan para prevenir la inflamación y aliviar el dolor. El uso de aparatos ortopédicos elásticos puede reducir la presión sobre la articulación, y los ejercicios especiales y los métodos de fisioterapia pueden mejorar su movilidad y fortalecer los músculos.


cirugía

Se requiere intervención quirúrgica cuando el tratamiento conservador no conduce al resultado deseado. Existen métodos para crear tejido de cartílago secundario en la rodilla. Esto puede reducir la incomodidad y, en algunos casos, eliminar el dolor por completo. Sin embargo, la capacidad de carga del nuevo cartílago no es tan grande como la del antiguo. Se recomienda la artroplastia de rodilla en casos difíciles.